UNA PREGUNTA DIFÍCIL

Una de las preguntas más difíciles que me han hecho ha sido la de mi propio hijo -¿ Mamí, que puedo hacer para que mi papá y tú no se divorcien ?- Fué como un balde de agua fría que cayó sobre mi cuerpo, sin embargo, tranquilamente le contesté:

Mira hijo, realmente no puedes hacer nada y lo más importante, no tienes porque sentir ese compromiso de querer solucionar los problemas de los adultos, mucho menos los de tus padres.
No te sientas culpable que nada malo estas haciendo. Eres apenas un niño y como tal tienes que aprender a vivir tu niñez, por que mas pronto de lo que te imaginas llegarás a ser adulto, entonces, tu vida será
responsabilidad, trabajo, deberes y obligaciones.

Por otra parte, en la vida hay ciclos. ¿Recuerdas cuando iniciaste en preescolar? Hiciste amistades, aprendiste a colorear, las vocales y muchas otras cosas más; de pronto llegó el momento de concluir esa etapa, llegó el momento de iniciar la primaria, de aprender cosas nuevas; con ello llegaron nuevas amistades y llegará un momento en que termines la primaria e iniciaras con tu secundaria, después la preparatoria, luego la Universidad, en todas y cada una de ellas tendrás y vivirás experiencias bonitas llenas de aprendizaje. Habrá amistades cortas, otras pocas seguirás conservando por más tiempo.

¿Pero sabes? De todo ello tendrás recuerdos y lecciones, cada momento de tu vida será una manera de aprender.

No sé que más decirte, iAmor! más que no te preocupes por nada, tu padre siempre seguirá siendo tu padre y yo siempre seguiré siendo tu madre, eso es algo que nada ni nadie puede cambiar.

TE AMO Y QUIERO QUE TENGAS LA TOTAL CONFIANZA
Y CERTEZA DE QUE TODO ESTARÁ BIEN.

(Anita Silva)